¿Es Silo una legítima heredera de Lost?
Desde su estreno, Silo ha sido comparada con series emblemáticas como Lost, y no sin razón. Ambas producciones comparten elementos clave que las convierten en experiencias narrativas similares, como el misterio central, el uso de intrigas progresivas y los giros inesperados que atrapan al espectador. Sin embargo, Silo aporta su propio enfoque al género, construyendo una identidad única mientras honra el legado de series que marcaron un antes y un después en la televisión.
El misterio como eje central
En Lost, los espectadores fueron atrapados por la gran pregunta: ¿qué es la isla y por qué están allí los personajes? De manera similar, Silo basa su narrativa en enigmas fundamentales: ¿por qué viven los personajes confinados en un silo subterráneo? ¿Qué ocurrió en el exterior?
Ambas series manejan los misterios de forma progresiva, revelando pistas clave en cada episodio, pero dejando preguntas abiertas para mantener el suspenso. En Silo, el descubrimiento de los hologramas y la existencia de otros silos amplían las incógnitas, de forma similar a cómo Lost introducía nuevos elementos como la escotilla o los Otros.
Personajes complejos y moralidad ambigua
En ambas series, los personajes no son meros peones en la trama; sus historias personales y sus decisiones juegan un papel crucial en el desarrollo de los acontecimientos. En Silo, Juliette Nichols se enfrenta a dilemas éticos y lucha por encontrar la verdad, una construcción de personaje que recuerda a líderes como Jack Shepard o John Locke en Lost.
Asimismo, Silo explora temas de moralidad ambigua, presentando personajes que no son completamente buenos ni malos, como Bernard, quien representa un villano con motivos que parecen justificados desde su perspectiva. Este enfoque matizado también es característico de Lost, donde incluso los antagonistas como Ben Linus tenían sus propios códigos éticos.
El uso del entorno como un personaje más
En Lost, la isla es mucho más que un simple escenario; es un ente vivo, lleno de secretos que influyen directamente en la trama. De manera similar, el silo en Silo actúa como un personaje en sí mismo: un espacio confinado, lleno de reglas y misterios, que moldea la vida de sus habitantes.
El entorno cerrado del silo refleja la opresión y el control, mientras que en Lost, la isla simboliza tanto una prisión como una oportunidad de redención. Ambas series logran que el espectador se pregunte constantemente qué hay más allá de los límites visibles.
Flashbacks y narración no lineal
Uno de los sellos distintivos de Lost fue su uso de flashbacks (y más adelante, flash-forwards) para enriquecer la historia de los personajes y añadir profundidad al misterio. Silo adopta un enfoque similar, utilizando flashbacks para revelar piezas del pasado de Juliette y otros personajes. Estas narrativas paralelas no solo aportan contexto, sino que también conectan eventos pasados con los conflictos presentes.
Comparaciones con otras obras: Snowpiercer y The 100
Además de Lost, Silo se relaciona con otras historias distópicas. Su ambientación en un espacio cerrado y sus tensiones de clase recuerdan a Snowpiercer, mientras que la exploración de un mundo postapocalíptico evoca elementos de The 100. No obstante, Silo se distingue al enfocarse más en los dilemas éticos y el control social dentro de una comunidad aislada.
¿Es Silo la nueva Lost?
Si bien Silo comparte muchos elementos con Lost, como el misterio, los personajes bien construidos y los giros narrativos, también tiene su propia personalidad. Donde Lost se inclinaba hacia lo sobrenatural, Silo apuesta por una distopía tecnológica y socialmente compleja. Ambas series capturan la imaginación de los espectadores al plantear preguntas que van más allá de la trama, explorando temas como el control, la verdad y la libertad.
En última instancia, Silo no intenta replicar el éxito de Lost, sino construir su propio legado. Para los amantes de las series que invitan a teorizar y debatir, Silo es una digna heredera de ese estilo narrativo que hizo de Lost un fenómeno cultural.
